OVNIS, OPARS, ARQUEOLOGIA Y LEYENDAS URBANAS

martes, 23 de abril de 2013

Que viene el hombre del saco

¿Quien no ha sufrido la amenaza de pequeño, de que si no comía o no te acostabas temprano, el "hombre del saco" vendría para llevarte?. Aunque creamos que el hombre del saco es una fabula, el hombre del saco fue muy real. Conocido también como "el sacamantecas", secuestró y asesinó a un niño. La historia es también conocida como el "crimen de Gádor" que conmocionó Almería.  
De izquierda a derecha, Francisco Ortega "el Moruno", Francisco Leona el curandero,José Hernández y Julio "el tonto"
Pero empecemos nuestra historia desde el principio, y deberíamos empezar con Francisco Ortega, apodado “el Moruno”, hombre acaudalado y dueños de tierras.
Francisco Ortega sufría de tuberculosis y como la medicina tradicional no tenia una cura fue a visitar a una curandera de la localidad, Agustina Rodríguez.
Agustina Rodríguez trató a Francisco y le aconsejo que fuera a ver a Francisco Leona, barbero y curandero que tenía antecedentes criminales.
Una vez Francisco se entrevista con Leona este le pide 3000 reales a cambio de una cura, la cura consistiría en beber la sangre de un niño sano, recién salida de su cuerpo, y ponerse unos emplastes en el pecho, hechos con la grasa corporal del niño, así sanaría enseguida.
Leona se comprometió con Francisco Ortega que buscaría un niño sano. Primero intentó comprar un niño de una de las familias pobres de la zona, pero no consiguió que nadie aceptara, desesperado por no poder cumplir el acuerdo decidió secuestrar a uno.
En la tarde del 28 de junio de 1910 salió junto con el hijo de Agustina, Julio Hernández el tonto, en busca de algún niño al que pudieran secuestrar sin ser vistos.
La victima elegida fue Bernardo González Parra, de siete años, que se había separado de sus amigos mientras jugaban. Leona y Julio lo durmieron con cloroformo y lo introdujeron dentro de un saco, para después con el niño acuestas, recorrer los campos en dirección al cortijo de Ardoz, que se encontraba aislado del pueblo. Cuando llegaron al cortijo, otro hijo de Agustina, José, fue a avisar a Ortega, mientras en la casa se quedaba su mujer, Elena, preparando la cena.
Una vez que llegó Francisco Ortega y todo el mundo estuvo en la casa, sacaron a Bernardo del saco, posiblemente el niño ya se encontrara despierto sin comprender que pasaba. Le realizaron un corte en la axila para sacarle sangre, que recogieron en un vaso. Ortega se bebió la sangre antes de que se enfriara. Mientras, Julio mataba al pequeño golpeándole la cabeza con una gran piedra.
Leona abrió el vientre del niño y extrajo la grasa envolviéndola toda en un pañuelo que puso sobre el pecho de Ortega. Una vez terminado el ritual, llevaron el cuerpo a un lugar conocido como Las Pocicas, y en una grieta en la tierra, lo echaron y lo taparon con hierbas y piedras.
Francisco Ortega realizo el pago y se fue, Leona repartió el dinero, pero no le pago a julio 50 pesetas que le prometió por matar al niño. Julio decide vengarse y hace una denuncia en la guardia civil donde cuenta que ha encontrado el cuerpo de un niño por casualidad mientras cazaba liebres. Detienen a Leona, quien culpa a Julio de ser su cómplice, Julio también es detenido. Al final los dos hombres confiesan el crimen.
La Guardia Civil detuvo a todas las personas implicadas en el asesinato de Bernardo. Leona fue condenado al garrote vil, pero murió en la cárcel. Ortega y Agustina fueron también condenados a la pena máxima y ejecutados. José fue condenado a 17 años de cárcel y su mujer, Elena, fue absuelta. Y Julio el tonto finalmente fue condenado a muerte también, pero resultó indultado por ser considerado demente. 


FUENTE:

miércoles, 17 de abril de 2013

Los cuadros malditos de "Los niños llorones"

Hay una colección de cuadros conocidos como “Los niños llorones” y que le ha sobrevivido una leyenda negra. Dicen que los cuadros están malditos y aquellas personas que se atreven a colgar uno en su casa posiblemente sufran desgracias.
Pero hagamos algo de historia y empecemos por el pintor, este era Bruno Amadio, un pintor que pasó sus días con más pena que gloria. Bruno Amadio (1911–1981), más conocido cómo Giovanni Bragolin, fue un pintor italiano nacido en Venecia. Es el creador, de una serie de 27 retratos conocidos cómo Los niños llorones, estos cuadros muestran a niños tristes o niños llorando.
Los datos sobre Bruno Amadio son muy confusos,sí sabemos que Bruno era fascista, muy seguidor de Mussolini, y ayudó con sus reproducciones al aparato propagandístico de Mussolini. Bruno participo en la segunda guerra mundial pero no se sabe en que frente o destino, hay quien dice que fue en este momento cuando empezó a pintar los cuadros de los niños.
Bruno Amadio
 
Firmaba sus cuadros como Giovanni Bragolin, y se dice que quería mostrar el horror de la guerra en la mirada de estos niños que eran las victimas inocentes del conflicto. Otra versión de por qué pintó Amadio éstos cuadros, es la que cuenta la historiadora del arte escandinava Marta Holken, que decía que un estudiante de arte en 1979 se entrevistó con Amadio y éste le dijo que lo de pintar "niños llorando" fue idea de un marchante de arte.
Al finalizar la guerra, Amadio se traslada a vivir a España; primero a Sevilla, donde pasa varios años de su vida y más tarde a Madrid donde se le pierde la pista, años mas tarde volvería a Italia, concretamente a Padua donde fallecería en 1981. Fue por su estancia en España que se creía que amadio era Español.
LA LEYENDA
Cuenta la historia que Bruno Amadio pinto un total de 27 cuadros de la serie de los niños llorones, y que estos niños vivían en orfanatos o casas de beneficencia. Muchos de los investigadores de lo paranormal, creen y así lo cuentan que los niños eran de orfanatos de Alemania, de zonas que fueron muy castigadas por los bombardeos aliados. Gracias a estos cuadros el pintor empezó a ser conocido, muchos atribuyen este éxito a un posible pacto con el diablo.
Sus cuadros fueron un tesoro muy preciado y cada año se hacían miles de reproducciones de sus obras. Sus reproducciones se vendían en todo el mundo.
La leyenda negra de los cuadros se remonta al incendio de un orfanato en el que se supone que vivió uno de los niños retratados en estos cuadros. Amadio cedió el cuadro del niño al orfanato,que sufrió con el tiempo un gran incendio que destruyo todo el edificio y mato a todos los ocupantes, incluso el niño retratado, todo quedo destruido menos el cuadro que quedo intacto en medio de una pared calcinada. Se cuenta que el espiritú del niño se instalo en el cuadro lo que dio comienzo a la maldición que estos cuadros arrastrarían.
Pero la historia de la maldición no empezó a ser conocida oficialmente hasta la década de los 80 , gracias al diario ingles The Sun. Este diario publico una serie de artículos donde los bomberos explicaban que en una gran mayoría de casas incendiadas, una vez sofocado el incendio se solían encontrar reproducciones de uno de estos cuadros, lo que provocó que los propios bomberos empezaran a señalar como posible culpable de los incendios a los cuadros, como que traían mala suerte a quien tuviera uno de ellos.
Al publicar la noticia el diario The Sun, esto creo recelo, nadie quería tener uno de estos cuadros. La gente empezó a deshacerse de estos cuadros rápidamente, los quemaban porque decían que era la única forma de deshacerse de la maldición, desde entonces surgieron declaraciones de personas que tenían unos de estos cuadros y decían sentirse observados por la figura del cuadro. Muchos testimonios dicen sufrir experiencias paranormales, como objetos que cambian de sitio o sentir risas de niños durante la noche. También se cuenta que si miras los ojos del niño del cuadro puedes hacer un pacto con el diablo.
Como ya hemos comentado antes, se dice que Amadio pacto con el diablo para ser un pintor reconocido, el precio seria que las casas donde hubiera un cuadro o reproducción serian pasto de las llamas.
Quema de los cuadros
El diario The Sun, que fue la que alimentó esta leyenda, pidió a sus lectores que le enviaran los cuadros que tuvieran para ser quemados bajo supervision de los bomberos.
Es fácil ver cómo “los niños llorando” se convirtieron en un fenómeno. Tiene todos los ingredientes de una gran historia de misterio.
Unos niños desconocidos, la aparición del fuego, un misterioso artista, una "sobrenatural" capacidad de sobrevivir a las llamas ... y un periódico sin escrúpulos, con ojo para una buena historia.
Muchas personas se asustaron y querían deshacerse de ellos, pero el periodista Kelvin MacKenzie cree que hay otra razón para quemar las pinturas.
Se piensa que en muchas parejas, a uno de los dos no les gustaba el cuadro y vieron la oportunidad de deshacerse de el.




jueves, 4 de abril de 2013

Caso Kinross, ¿Secuestro Cósmico?

El llamado "Caso Kinross" se centra en la extraña - y aún no resuelta - desaparición de un jet de combate de la Fuerza Aérea de EE.UU.,un F-89C que estaba implicado la tarde/noche del 23 de noviembre de 1953, en una "misión activa de defensa aérea" para interceptar una "aeronave desconocida" sobre el Lago Superior. La base aérea Kinross, era el lugar mas cercano donde la "nave desconocida" fue localizada inicialmente, rápidamente se alertó para su interceptación al 433 Escuadrón de Combate en Truax Field, Madison, Wisconsin, y un F-89C despegó en su persecución inmediata.
Disponibles hoy los registros demuestran que el F-89 USAF volaba a unos 30.000 pies de altura. Que la tripulación recibió el permiso para descender a 7.000 pies, girando este-noreste y descender abruptamente sobre el objetivo desde arriba. 
F-89C Scorpion
A bordo del avión había dos tripulantes, el piloto Teniente Félix Moncla y el teniente RR Wilson, observador del radar. Guiados por la estación de control del radar de intercepción, Moncla persigue al objeto que se desplazaba a 500 kilómetros por hora sobre el Lago Superior. El primer informe de Moncla indicó "No Joy" (sin contacto).
A medida que se acercaba anunció (leve estática) "Tengo contacto con el objetivo, acelero para una mirada más de cerca." (Más estática). Mientras se acercaba sus transmisiones se hicieron cada vez más ininteligibles.
Los observadores del centro de control en tierra observan con alarma que el Escorpión F-89 y el OVNI habían llegado aparentemente al contacto, observando en la pantalla del radar como convergen en una sola señal. A medida que la aeronave se unía con el objetivo, un sonido de estática muy fuerte se oía en los altavoces del centro de control cada vez que el piloto transmitía hasta que se fusionaron.
Luego todo quedó en silencio. Momentos después, el eco desapareció de la pantalla del radar por completo.
Se pensó que Moncla y Wilson y su F-89 habían chocado con el "objeto desconocido" y que se estrellaron en las aguas heladas del Lago Superior.
Un extracto del parte oficial del accidente de avión describe más detalles de la historia oficial:
"La aeronave despegó a las 2322 Zebra el 23 de noviembre 1953 en una misión de defensa aérea activa para interceptar una aeronave desconocida aproximadamente a 160 kilómetros al noroeste de la Base de la Fuerza Aérea Kinross. El avión estaba bajo el control del radar. Aproximadamente a las 2352 Zebra se recibe el último contacto por radio a la estación de radar de control de la interceptación. Aproximadamente a las 2355 Zebra la aeronave desconocida y el F-89 se fusionaron en la pantalla del radar. Poco después, la señal IFF desaparecido del alcance del radar. No más contacto se estableció con el F-89. Una extensa búsqueda aérea no ha revelado ningún rastro de la aeronave. El avión y su tripulación siguen desaparecidos"
Una misión de búsqueda y rescate fue enviada de inmediato. Aviones EE.UU. y Canadá realizaron búsquedas en el entorno de la zona del accidente utilizando bengalas. Por la mañana una veintena de barcos recorrieron la zona, aviones recorrieron el lago de 100 millas, todo fue en vano. Un esfuerzo de búsqueda exhaustiva, no mostró restos, ni chalecos salvavidas y ninguna mancha de aceite. No se encontró nunca nada .
Por su parte, la Fuerza Aérea con el tiempo llegó a la conclusión de que la "aeronave desconocida" era un C-47 de la Royal Canadian Air Force y que el piloto del F-89 había identificado como tal antes de estrellarse "probablemente como consecuencia del vértigo", después de abandonar la persecución. Sin embargo, en 1961 y 1963, la RCAF negó enérgicamente a la Comisión Nacional de Investigaciones sobre Fenómenos Aéreos (NICAP) que el objeto hubiera sido uno de sus C-47.
C-47
En la Universidad de Harvard, el astrónomo Dr. Donald Menzel defendió la posición de la Fuerza Aérea, pero añadió que, en su opinión, los operadores de radar vieron un "eco fantasma" del F-89 que se había producido por las condiciones atmosféricas, y que el "eco" posteriormente se "fusionó" con el retorno del radar de la nave y desapareció con ella mientras la aeronave se estrellaba en el lago, creando así la impresión de que los dos objetos separados se había convertido en uno.
Es importante, sin embargo, tener en cuenta las importantes cuestiones y problemas planteados por el fallecido autor y ufólogo Richard Hall, quien declaró:
"Exactamente lo que sucedió esa noche aún no está claro, ya que la Fuerza Aérea reconoce que había un objeto, y siguen habiendo preguntas sin respuesta. ¿En que se basan para decir que el piloto sufrió “vértigo”?. Si el F-89 colisiono con un C-47 de la RCAF, ¿por qué el “eco” del C-47 también desaparece de la pantalla del radar? "
Hall continuó: "si la explicación de Menzel es aceptada y no hubo una colisión real, ¿por qué la Fuerza Aérea dice que colisiono con un C-47canadiense, que los portavoces de la RCAF indicaron más adelante que no estaba allí?. Ningún documento de inteligencia informa de las comunicaciones de radio entre el piloto y los controladores de radar, y lo que cada uno estaba viendo. Sin esta información, es imposible evaluar el "verdadero OVNI" frente a las declaraciones falsas de radar y explicaciones de un choque aéreo".
Teniente Moncla
Hubo otra incoherencia por parte de la fuerza aérea. La Fuerza Aérea envió dos oficiales a las familias de los aviadores perdidos para extender mensajes oficiales de condolencia. De acuerdo con un familiar del teniente Félix Moncla, la explicación oficial de la FA de la causa de la muerte estaba muy clara.
Al explicar el accidente, el representante Fuerza Aérea dijo a la viuda Moncla de que el piloto había volado demasiado bajo, mientras identificaba la aeronave que se supone canadiense y se estrelló en el lago.
Por algún error la FA, envió un segundo oficial más tarde a dar el pésame a la familia Moncla. Cuando preguntó la viuda de Moncla si el cuerpo de su marido podría ser recuperado, el funcionario dijo que no había posibilidades debido a que el avión había explotado a gran altura, destruyendo el avión y a sus ocupantes.
A día de hoy el destino de los pilotos y del avión Scorpion F-89 es desconocido.
Aunque una misión de búsqueda y rescate se puso en marcha de inmediato, seguimos sin respuesta sobre lo que pasó. El hecho curioso de que los registros oficiales sobre el asunto reconocieran la presencia de una "aeronave desconocida", así como el hecho igualmente intrigante que ni el avión ni su tripulación, piloto teniente Felix E. Moncla, Jr., y el observador de radar, teniente Robert L. Wilson, se hayan encontrado alguna vez, ha dado lugar a teorías que sugieren que la tripulación y el avión fueron secuestrados por entidades de otro mundo.
FUENTES: