OVNIS, OPARS, ARQUEOLOGIA Y LEYENDAS URBANAS

viernes, 21 de diciembre de 2012

EL SEABIRD

Las costas rocosas de Rhode Island es un bello sitio donde comenzar nuestra historia, ya que se convirtió en el lugar de una de las primeras desapariciones de buques registrados en la Costa Atlántica, el de la goleta Seabird, que se dedicaba al transporte de mercancías. Pero toda historia tiene que tener un principio.
En esos días la mar estaba inusualmente tranquila, los estibadores, marineros y gente que se dedicaban al comercio en Newport estaban a sus quehaceres, cuando vieron aparecer en la lejanía a una goleta, debía ser el Seabird, ese día se esperaba su llegada. Los espectadores que presenciaban desde tierra la llegada del barco, se dieron cuenta que algo raro pasaba, el Seabird navegaba muy cerca de la costa, cerca de las rocas, sin ninguna explicación aparente, pues era un día de primavera brillante sin vientos, que hubieran empujado el barco a la costa. 
Rhode Island
Todos dieron por hecho que el barco chocaría sin remedio contra las rocas, y contra todo pronostico el barco encallo suavemente en un banco de arena. ¿Cómo podía ser tan torpe la tripulación?. La respuesta era simple. Cuando llegaron los primeros botes de rescate no fueron recibidos por ningún miembro de la tripulación. La preocupación inicial se transformo en angustia cuando las primeras personas subieron a bordo. No había tripulación. El gran buque estaba totalmente desprovisto de toda humanidad, era un "barco fantasma". La única vida a bordo del SeaBird era un perro, un gato y un loro.
Aunque el barco estaba totalmente desierto, había agua hirviendo para preparar café encima de un fogon y la mesa estaba puesta con esmero para ocho comensales. Había Sesenta dólares en efectivo en el camarote del capitán, lo que excluye cualquier posibilidad de piratería, motín o juego sucio. 
En cubierta, un pequeño esquife (bote) estaba asegurado aún en su lugar, en sus cuñas. A continuación, el olor a humo de tabaco se olía en los alojamientos de la tripulación, pero por lo demás no había ni rastro de una sola persona, ni siquiera una vaga idea de su suerte. A primera vista, ocho personas, habían desaparecido simplemente en el aire. ¿Qué había pasado? ¿Por qué? ¿Cómo? Las preguntas eran muchas, pocas las respuestas.
Una revisión del cuaderno de bitácoras indicó que su capitán era John Durham, de Middletown, Connecticut. Era un hombre de familia con fuertes lazos con la Iglesia Metodista. La última entrada en el diario del capitán indicaba un viaje tranquilo, el avistamiento del barco Brenton Reef, varias millas mar adentro poco después del amanecer. Más tarde, la tripulación de un pesquero de langosta explico que habían intercambiado señales de saludos con el SeaBird sólo unas pocas horas antes de que encallara en el banco de arena.
El misterio del Sea Bird se agrandó cuando una tormenta de primavera azotó la zona de Newport mientras que se discutía la propiedad del barco fantasma. Cuando el cielo se aclaró finalmente y el mar se calmó el SeaBird había desaparecido al igual que su carga, para no ser visto otra vez. A la deriva, el buque navegó por su cuenta en el olvido aparente. Como una aparición fantasmal que había aparecido de la nada, el buque misteriosamente desapareció de la vista por completo. El SeaBird fue el primero de muchos misterios sin resolver que ocurrieron frente a las costas de América del Norte.

Para saber mas:
Novela de Patrice Gaston
que hizo famosa esta historia.














FUENTE:
 

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